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En febrero de 2020, los clientes del bufete Sandra y Bill Corning[1] se mudaron a un edificio de apartamentos con jardín de más de 300 unidades en el oeste de Los Ángeles. Sandra y Bill estaban a punto de jubilarse y esperaban pasar tiempo con sus dos hijos y futuros nietos. En cambio, Sandra y Bill se intoxicaron con monóxido de carbono en su apartamento, lo que les causó daños neurológicos y fisiológicos permanentes. 

Los días 10 y 11 de noviembre de 2020, Sandra y Bill sufrieron un episodio agudo de monóxido de carbono que les obligó a acudir a las urgencias de la UCLA en plena noche. Los médicos de la UCLA determinaron que Sandra y Bill tenían cantidades gravemente elevadas de monóxido de carbono en la sangre. Las pruebas posteriores de resonancia magnética realizadas por el radiólogo y el neurólogo expertos de los demandantes revelaron que Sandra y Bill habían sufrido daños cerebrales a causa de su exposición al monóxido de carbono, lo que les provocó ataques de ansiedad, confusión, pérdida de la función ejecutiva (la capacidad de organizar tareas) y trastorno de estrés postraumático. Todos estos son síntomas típicos de la intoxicación por monóxido de carbono. 

Desde el momento en que se nos dio la oportunidad de representar a Sandra y Bill, contratamos a múltiples expertos para determinar no sólo cómo y por qué nuestros clientes se intoxicaron con monóxido de carbono, sino también el alcance total de sus lesiones. Lo que descubrimos fue que, aunque Sandra y Bill vivían en un apartamento que no tenía ningún aparato de gas, estaban dos pisos por encima de un cuarto de servicio en el sótano que albergaba calentadores de piscina y spa. Nuestra investigación reveló que el calentador del spa estaba generando cantidades masivas de monóxido de carbono que estaba envenenando su apartamento al desplazarse por las paredes y la superestructura de la propiedad. También descubrimos que el propietario y el arrendador demandados no habían seguido las instrucciones de instalación del fabricante, que exigían un tipo específico de ventilación diseñado para evitar la intoxicación por monóxido de carbono. Lo que se suponía que era un hermoso apartamento con jardín y vistas a una piscina y un spa era, de hecho, una trampa casi mortal para Sandra y Bill que había estado filtrando monóxido de carbono en el apartamento de Sandra y Bill durante más de un año.    

El acuerdo de 4.000.000 de dólares en este caso fue un resultado excepcional para Sandra y Bill. Aunque ninguna cantidad de dinero puede deshacer el daño causado por el envenenamiento por monóxido de carbono, este acuerdo dará a Sandra y Bill la tranquilidad de saber que pueden retirarse en paz, obtener la terapia que necesitarán para hacer frente a sus daños y pérdidas, y disfrutar de su jubilación con comodidad. Estamos muy agradecidos de que Sandra y Bill hayan confiado su reclamación a Riley | Ersoff LLP.

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